Una de las más dañinas consecuencias de las últimas reformas laborales ha sido la eliminación de la ultractividad de los convenios colectivos que ha supuesto la dinamitación de la negociación colectiva, permitiendo la desaparición de aquellos convenios en los que no se haya alcanzado acuerdo antes del 7 de julio.
Los 5.000 trabajadores del sector TIC en nuestra comunidad, y más de 100.000 en todo el país, podemos llegar a sufrir la desaparición de nuestro convenio colectivo, quedando por tanto bajo el único amparo del estatuto de los trabajadores.
Pese a que nuestras funciones exigen cierta cualificación, la realidad es que día a día padecemos una aguda precariedad laboral, con exceso de horas extras no remuneradas y salarios que en muchos casos no llegan a los 1.000 euros.
Por si esto no fuera suficiente, la situación se podría ver profundamente agravada tras la desaparición de nuestro convenio: perdiendo el complemento salarial cuando estamos de baja, la jornada máxima anual, las categorías profesionales, congelando la antigüedad y dejándonos bajo la única referencia salarial de los 645,30 euros del salario mínimo.Los culpables tienen nombre y apellidos. La patronal del sector TIC, a la que se encuentran adscritas multinacionales como IBM, HP, Accenture, Everis, Indra, Deloitte o Capgemini, lleva años bloqueando cualquier tipo de acuerdo sin ningún tipo de propuesta más allá de reducir unos salarios, que por cierto llevan congelados desde el año 2009.
La supresión de un convenio colectivo que regule condiciones laborales desencadenaría una guerra de precios entre las propias empresas del sector, favoreciendo el crecimiento de pequeñas "lowcost"
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